miércoles, 25 de septiembre de 2019

Mezclando colores

Siempre me ha parecido mágico mezclar los colores primarios y obtener los secundarios. Para los niños mezclar colores y mancharse las manos es una de las mejores formas de pasar su tiempo. Disfrutan, juegan, experimentan... ¡Y se pringan enteros! Pero con unas ciertas medidas de “seguridad”, podemos pintar sin dejar apenas huella. Yo siempre guardo retales de cajas de cartón para proteger la mesa. Si es algo muy pringoso, puedes también proteger el suelo. Si el sofá está cerca, ponle un empapador encima (los venden en Mercadona). Al peque en verano yo le pongo a pintar directamente en pañal si estamos en casa y hace calor. Si no es verano, le pongo un baby antiguo del cole o una camiseta vieja que me dé igual que se manche, y... ¡Al lío!

Para experimentar con los colores primarios necesitas:
- Colorante alimenticio rojo, azul y amarillo.
- Tres vasos transparentes llenos de agua hasta la mitad.
- Una cucharilla para remover
¡Ojo que los colorantes tiñen mucho! Lo bueno es que al ser alimenticios, si se lleva algo a la boca no pasa nada.
La actividad consiste primero, en que eche unas gotas de cada primario en cada uno de los vasos. Después, ir añadiendo un poco de otro primario a cada uno de los vasos para obtener los secundarios. Que no se pase echando gotas, o el color será tan denso que parecerá negro. Eso sí, al trasluz siempre se ven. 
¡A mancharse las manos!


miércoles, 18 de septiembre de 2019

¿Pensando en qué?

Bueno, pues hace ni más ni menos que 3 años y 8 meses (¡WOW!) que tengo esto parado no, PARADÍSIMO. Y en este largo tiempo (que aquí salta de una entrada a otra como si tal cosa, pero casi 4 años es MUCHO TIEMPO) digamos que mi vida se ha dado la vuelta como un calcetín. Allá por el 2016 fue el año en que perdimos a mi suegro, que ahora es una estrellita que nos cuida desde el cielo (o desde la vuelta de la esquina, no lo sé 💫). Para cuando escribí el último post ya estaba casada con el amor de mi vida, pero aún no sabía que en unos meses iba a quedarme embarazada del siguiente amor de mi vida: mi primer hijo. Mi chiquitín nació las Navidades siguientes a escribir esa entrada. Y aunque fue un bebé deseadísimo, no teníamos ni idea de qué manera iba a cambiar el ritmo y la dirección de nuestras vidas para siempre. Desde que soy mamá tengo poco tiempo de ir a exposiciones y reflexionar sobre arte, la verdad. Entre la logística que significa salir de casa cuando vives en las afueras, y luego que la edad de los enanos todavía no ayuda, tengo que confesar que creo que he ido a 4 exposiciones en casi 3 años. ¡Ah! Y he dicho enanoS, así en plural, porque hace cuatro meses volví a ser mamá de una bebota maravillosa que ha vuelto a poner patas arriba todo lo que creíamos que sabíamos. Eso es lo que te enseña la maternidad: a vivir el momento, a no dar nada por sentado, a vivir aprendiendo, a luchar. Desde que nació mi niña, siento la necesidad imperiosa de escribir, de hacer fotos, de dibujar (para esto no encuentro muchos momentos, porque no puedo hacerlo desde el móvil, y siempre que saco el material viene el Torpedín mayor, que así le llamamos en casa con mucho cariño, y quiere hacer de todos los dibujos arte colaborativo... Y eso está muy bien, a mí me encanta, pero el dibujo que tenía en mente nunca termina siendo lo que en principio estaba llamado a ser). Como mamá, una siempre tiene las manos llenas (pañales que cambiar,  comidas que preparar, compras que hacer, juguetes que recoger, planes que pensar, bebés que dormir, armarios que organizar...) pero el intelecto se queda a veces un poco en “stand by”. Casi por casualidad empecé, hace un par de meses, a compartir en Instagram descubrimientos, pensamientos, fotos, reflexiones y recuerdos que son una suerte de terapia par mí. En poco tiempo varias  personas (cercanas, y no tanto) me animaron a seguir compartiendo mi pequeño mundo, y en ello estoy. Hoy por hoy me mantiene viva y activa ir dejando pedacitos de mis días y mis reflexiones en las redes sociales. Los temas de los que hablo tienen mucho que ver con la maternidad, y también con las actividades artísticas que voy haciendo con mis enanos. Así que he pensado compartir también algunas de esas reflexiones en este espacio. ¿Por qué no hacer de este  blog un espacio que vaya creciendo conmigo, por el que pasen los años y cambien los temas de interés como pasa en la vida de cualquier persona? Las Agujetas Mentales las sigo teniendo, las he tenido siempre. La pregunta ahora es ¿pensando en qué?


martes, 12 de enero de 2016

...Sabía que VoLVerías...

Cuando leo la última fecha en la que publiqué algo en mi querido blog el "28 de octubre de 2013" me entran escalofríos de pensar que hace ya más de dos años. ¿Dónde se ha ido todo ese tiempo?

Hace no mucho, uno de los últimos días del año 2015, quedé con una amiga muy querida, que me recordó que tenía este espacio tan especial para mí abandonado desde hacía mucho. "De vez en cuando me meto a ver si hay suerte y has escrito algo... Pero nada". Y yo le dije: "Tengo que volver a escribir. Lo tengo que retomar". Y aquí estoy. Desde el día 1 de enero estrenando propósitos de año nuevo, y por fin hoy he quitado las telarañas de esa parte de mi cerebro que por algún motivo se resistía a asumir el vértigo de comprobar que, efectivamente, mi amado blog sigue aquí esperando que actualice una entrada y le dedique tiempo de nuevo. 

Foto tomada en Sevilla estas Navidades. Momento inspiración.

Es difícil entender por qué a veces dejamos de hacer actividades que nos llenan de satisfacción. ¿Por qué deja uno de hacer deporte cuando se siente de maravilla después? ¿Por qué se deja de quedar con amigos que son queridos y nos llenan el corazón de buenos momentos? ¿Por qué a veces pasan meses sin que le dediquemos tiempo a nuestros hobbies, a esas actividades que hacen que la vida tenga mucho más sentido porque nos hacen sentir que estamos haciendo lo que hemos venido a hacer al mundo? No lo sé. No tengo ni idea. Aunque sé que nos pasa en mayor o menor medida a todos. Para mí una de esas actividades que me da muchos buenos momentos ha sido escribir en este blog. Y me ha dado una mezcla de nerviosismo, miedo, pereza y vergüenza volver a entrar en él después de tanto tiempo. Porque me he tenido que enfrentar cara a cara a esa pregunta, y no he sabido responderla. ¿Por qué tanto tiempo sin pasar por aquí?

Simplemente supongo que me acomodé o dejé de pensar que lo que contaba aquí era importante. Quizá dejó de tener sentido. Quizá un día por otro, la casa sin barrer. Cuando uno deja de hacer algo y van pasando los días, parece que ese miedo o esa pereza o esa vergüenza a retomar la actividad se van acumulando... Como cuando llevas mucho tiempo sin ir al gimnasio y sientes que la gente te mira con cara reprobatoria, o que la tarjeta de socio va a ponerse a pitar y no vas a poder entrar porque han cambiado algo y el de recepción te va a decir: "¡Con que llevas tres semanas sin aparecer por aquí, ¿eh???". 

Mi hermano dice que funcionamos por ciclos. Dice que tenemos temporadas se ciclo alto, donde estamos mucho más cerca de ser todo lo buenos que podemos ser, y temporadas de ciclo bajo, donde nos retroalimentamos en nuestra miseria y todo lo que podía salir mal sale mal, la tostada se nos cae siempre por el lado de la mantequilla, si éramos pocos parió la abuela, montas un circo y te crecen los enanos, te pasa lo último que te faltaba, cae la gota que colma el vaso, te ponen la pierna encima para que no levantes cabeza, y todas esas cosas tremendas que temes que te pueden pasar, pues van y te pasan. Y entonces encadenas un día con otro de "pobre de mí" y tu vida te parece una edición ilustrada de la Ley de Murphy. Y puede que por el camino dejes de hacer cosas que te hacen sentir de maravilla porque dejes de sentirte motivado para hacerlas, porque dejas de sentir que merecen la pena, y creo que en el fondo lo que sientes es que tú mismo mereces menos la pena. Los malos pensamientos pueden llegar a hacernos mucho daño, y es difícil deshacernos de ellos. Entre tú y yo, normalmente el que te pone la pierna encima para que no levantes cabeza sueles ser tú mismo. Es cierto que no podemos evitar que nos pasen muchas de las cosas que nos pasan en la vida, pero sí podemos cambiar nuestra forma de reaccionar ante lo que nos pasa.

Y bueno, escribiendo esto se me ocurren unas cuantas cosas que me han pasado en estos dos años que han sido entre difíciles y muy difíciles, y que quizá no he sabido gestionar bien. Me he dejado llevar en ciclo malo de modo personal de supervivencia... Esas épocas que te preguntan "¿Qué tal?" y dices "Tirando". Pues eso. Así que en este año 2016 uno de mis propósitos más importantes es volver a escribir aquí. Porque creo que ya vale de ciclos malos y hay que retomar lo que me hace sentir bien. He aprendido hoy, escribiendo este post, que dedicar tiempo a lo que nos gusta hacer es dedicarnos tiempo a nosotros mismos y trabajar en nuestra autoestima. Así de importante es. ¡Cómo se nota que cuando uno se pone a escribir se ponen en orden los pensamientos! Con el simple hecho de escribir, todo cobra bastante más sentido. Así que éste es mi primer post en mucho tiempo, y ya, aun sin terminar de escribirlo me siento un poco más consolada, tranquila y en paz conmigo misma. He quitado el miedo a entrar aquí, sin saber lo que iba a escribir, y he encontrado un remanso de paz. Gracias agujetasmentales.blogspot.com por ser paciente conmigo y esperarme. Sabía que volverías a ser una parte importante de mi vida.

lunes, 28 de octubre de 2013

La Emoción de la Historia

El pasado viernes fui con mis alumnos de Plástica de 4º de la ESO a ver la exposición de Georges Méliès, la magia del cine, al Caixa Fórum. A mí Mèliés siempre me ha emocionado, y hablé de ello en este post hace un tiempo. Estaba muy ilusionada con esta visita, porque sabía que tenía un gran potencial para enganchar con los alumnos y conseguir que apreciaran la visión del cineasta. Preparamos la exposición viendo "La invención de Hugo", en la que se presenta la figura de Méliès como el genio y visionario que fue. Hablamos de la película de Scorsese que nos acercó a un personaje tan misterioso y fascinante, que el resto de la historia del niño, los relojes y la estación se queda relegada a un segundo plano. ¡Uno quiere saber más de papá Georges! 



Para que un alumno entendiera en qué época nos estamos moviendo, vimos en clase un documental muy interesante sobre la historia del cine. Así uno se da cuenta de que el  invento del cinematógrafo estaba hecho, pero nadie había establecido la conexión entre cine y arte que Méliès tuvo clara desde el principio. 




Por eso hay que invertir en todos los campos del saber. Alguien debería recordarle esto al Gobierno de nuestra nación. Los investigadores y científicos pueden dar con la máquina a la que un artista pone la magia. Edison y los hermanos Lumiere consiguieron aunar inventos previos como la linterna mágica, el zootropo, el praxinoscopio o los rotoscopios con la cronofotografía. Si se podía hacer con dibujos, ¿por qué no hacerlo con fotografías? Hasta ahí los Lumiere supieron desarrollar el cinematógrafo, pero se quedaron en grabar imágenes en movimiento sin ir más allá. Pese a que estos cortometrajes impresionaban muchísimo a la gente de la época, los Lumiere sabían que su capacidad de sorpresa se agotaría, se acabarían cansando, y quedaría reducido a una moda pasajera. Tuvo que entrar en escena un artista, George Méliès, para darle una vuelta de tuerca al asunto. Los Lumiere no le quisieron vender un cinematógrafo precisamente porque le pronosticaban una corta vida, pero Méliès no se dio por vencido: encontró la manera de hacerse con uno parecido, y acabó por fabricarse el suyo propio. Mèliés aplicó al cine todo lo que habñia aprendido del teatro y la magia. El cine se convierte en algo mágico en las manos de este singular genio. 




No pudimos dejar de ver la película "Viaje a la Luna" antes de ir a ver la exposición de la Caixa, y el videoclip de los "Smashing Pumpkins" inspirado en ella. Los dos se pueden ver en el post que escribí sobre Méliès.  Los alumnos entonces empiezan a pensar que este hombre, si ha inspirado pelis de Scorsese y videoclips de grupos musicales, debía de ser alguien realmente singular. 

Cuando a ti un tema te interesa y te emociona, sin querer lo transmites a tus alumnos. No puedes evitarlo. Y si a eso le añades un tiempo previo de preparación de una actividad, al final consigues que realmente saquen mucho partido a la salida extraescolar. Ellos sabían algo del tema, e iban con ganas. Nuestra guía les dijo, para su absoluto deleite, que sabían mucho de Méliès. Y eso hizo que se sintieran cómodos y aportaran y preguntaran todo lo que les venía a la cabeza, que fueron muchas cosas y muy interesantes. Hubo un momento en que nos paramos en frente de una capa de astrónomo que el propio Méliès había diseñado y llevado en algunas de sus películas. Los chavales se quedaron asombrados y preguntaron si la capa era de verdad. La guía les aseguró que lo era, igual que todos los objetos que podían ver dentro de vitrinas en la exposición. Casi con la boca abierta, dijeron: "Pero entonces esa capa tiene mucho valor. ¡La diseñó él! ¡Y se la puso él!". Y la guía no pudo sino emocionarse, al ver que estos alumnos realmente apreciaban el pedacito de historia que ella llevaba mostrándoles durante la última hora. 

Dibujo para el story board de "Viaje a la Luna"
Dibujo de Méliès para el story board de "Viaje a la Luna"

Cuando se despidió de nosotros, les dijo que eran un grupo que les había emocionado, y que no cambiasen nunca. "Si sois capaces de apreciar el pasado"- les dijo- "seréis capaces de hacer grandes cosas en el futuro, porque entenderéis de dónde venís".

E, igual que la guía, yo no puedo dejar de emocionarme con mis alumnos, en momentos como estos (y muchos otros). Mi capacidad de sorpresa siempre se altera con estos chicos, que, efectivamente, creo que harán grandes cosas en el futuro. 



martes, 22 de octubre de 2013

Una experiencia surrealista

El pasado domingo tuve una experiencia muy surrealista. Fui con dos buenas amigas a ver la exposición del Thyssen "El surrealismo y el sueño". Investigando en internet, resulta que a lo largo de los años es la primera exposición que se basa en el surrealismo y el sueño. 


Fragmento del cuadro "El arte de la conversación" de René Magritte. 1963


Los sueños son algo que fascina a más de uno. Cuando se dice que los artistas surrealistas pretendían plasmar visualmente sus sueños, uno tiende a buscar incansablemente en los cuadros esos rastros de la vida de los autores. Esa intrahistoria de cada uno. Pero, a la vista de esta exposición, es imposible. 

Claude Cahun. "Autorretrato". 1932


Nuestra mente tiene unas incurables ganas de ENTENDER. Necesitamos encontrar un sentido a todo aquello que tenemos delante. Así hemos ido evolucionando y descubriendo las leyes que rigen el mundo en que vivimos, y hemos conseguido vivir con un nivel de comodidad enorme en algunas partes del planeta. Necesitamos encontrar respuestas como locos. Los sueños, son una forma de encontrar respuesta a conflictos y contradicciones que hemos vivido a lo largo del día. Pero las leyes del mundo en el que vivimos durante el día, ya no rigen cuando perdemos la consciencia. Y en los sueños, todo es posible. 
 

"El arte de la conversación" de René Magritte
 
 Llevamos buscando respuestas en nuestros sueños, desde el principio de los tiempos, como parece transmitirnos Magritte en el cuadro "El arte de la conversación". Sin embargo, al abrir los ojos, traídos de vuelta al mundo por el repetitivo sonido del despertador, incuso recordando partes de nuestros sueños, nos cuesta mucho establecer la lógica de los sucesos que acabamos de visualizar. Hasta al propio soñador le vuelven loco sus sueños. Tanto, que hay personas que eligen ni siquiera acordarse de ellos. ¡Bastante tienen con sus otros dos tercios de vida!

Así que no hay nada más surrealista, que meterte en los sueños de otro. Como en la película "Origen", pero a lo bestia. Sin diseñadores, ni arquitectos ni nada que se le parezca. Uno se pasea por la exposición alucinado por las imágenes oníricas, pero intentando entender... Y no entendiendo nada. Así que te sientes un poco impotente ante tanta información y tan pocas conclusiones. Como en todas las exposiciones sobre surrealismo, encontramos cuadros de Magritte que nos dan un poco de oxígeno, y alimentan nuestros cerebros con algunas respuestas.
 
Me ha gustado mucho leer la revista digital que han preparado con motivo de la exposición, por algunos puntos que plantea.  
 
 
 
Hay obras de Dalí, Magritte y Dora Maar que me entusiasmó ver al natural, y algunos descubrimientos que me ha gustado encontrar allí. Y además de los cuadros, fotos y vídeos, me encantaron de la muestra los criterios escogidos para la organización de las obras

- Los que abrieron las vías (de los sueños). Antecedentes fundamentales, a modo de introducción.
 
- Yo es otro. Variaciones y metamorfosis de la identidad.
 
- La conversación infinita. El sueño es la superación de Babel: todas las lenguas hablan entre sí, todos los lenguajes son el mismo. 
 
- Más allá del bien y del mal. Un mundo donde no rigen ni la moral ni la razón.
 
- Donde todo es posible. La omnipotencia, todo es posible en el sueño. 
 
- El agudo brillo del deseo. La pulsión de Eros sin la censura de la vida consciente.
 
- Paisajes de una tierra distinta. Un universo alternativo que, sin embargo, forma parte de lo existente. 
 
- Turbaciones irresistibles. La pesadilla, la zozobra. 
 
"Papilla estelar". Remedios Varo
 
José Jiménez, el comisario de la exposición, pasó de fechas y de autores. Incluso obvió la división habitual por temática que muestran los cuadros, para adentrarse en las facetas de los sueños. Me parecieron unos criterios maravillosos... y muy surrealistas. Muchas veces, en un sueño nos despertamos contrariados, porque a veces tú no eres tú, y las personas a tu alrededor también cambian. Sabes que es tu hermano o un amigo, pero tiene la cara de otra persona. La identidad se disfraza en los sueños. Creo que la conversación infinita de los sueños, se puede identificar con el lenguaje visual. En el mundo onírico siempre mandan las imágenes. Y, por cierto, dicen que no para todo el mundo son en color. Hay personas que sueñan en blanco y negro. 
 
"Confesiones sin valor". Claude Cahun y Marcel Moore. 1929- 1930

Los últimos cinco criterios simplemente me parecen geniales. Describen el mundo de los sueños a la perfección. Más allá del bien y del mal. Un mundo donde no rigen ni la moral ni la razón. Es un lugar donde todo es posible. Y, además, mientras soñamos las reglas son otras y podemos nadar por el aire, respirar bajo el agua, o dar saltos kilométricos. Y, aunque es cierto que es un universo alternativo, forma parte de nuestro mundo en cuanto cerramos los ojos un rato. Un mundo donde la censura no existe en absoluto. Digamos que el mundo de los sueños es el mundo que compensa la excesiva censura a la que nos sometemos a nosotros mismos durante el día. Una vez nos permitimos perder el control, el otro extremo toma el mando. Y no siempre es tan maravilloso como nos gustaría. A veces toma el mando el deseo, y otras veces, lo toma el miedo. Podrían ser esas turbaciones irresistibles de las que habla la exposición. A veces huimos del miedo. No queremos reconocer que lo sentimos, y lo escondemos. Pero entonces sale a visitarnos por debajo de la almohada cuando desconectamos nuestra vigilia durante el sueño. A veces el miedo es tal, que nos despierta y nos trae de nuevo a la realidad, que nos puede parecer repentinamente mucho más amable. 
 
"Rompiendo el círculo vicioso" Remedios Varo

Salir del mundo de los sueños siempre trae consigo un momento de confusión. Un momento para darnos cuenta de que sólo fue un sueño. Lo bueno de los sueños, es que no podemos evitar tenerlos. No podemos evitar soñar y dejar que nuestra mente vuele. Aunque de día intentemos censurar nuestros pensamientos, siempre encontrarán una vía de escape. Y eso es esta exposición. Un montón de sueños que fueron revisados y plasmados en imágenes. Imágenes que soñaban con convertirse en obras de arte. Este sueño, se ha hecho realidad. Y salir de esta exposición es como despertar de un sueño.

martes, 8 de octubre de 2013

Catfish... Mentiras en la Red

El otro día estuve viendo un programa de televisión muy curioso en MTV. Se llama "Catfish". Los presentadores (y productores) del programa son contactados por personas que tienen una relación online con alguien, pero sospechan que la identidad de la persona que está al otro lado de la pantalla del ordenador, puede ser distinta de la que les han contado.


En el programa aparecía una chica que se había prometido a un joven que no había visto nunca. Misteriosamente en dos años no habían podido verse ni por web cam. "¿No te parece extraño?" le preguntaba el conductor principal del programa, Yaniv (Nev) Schulman. Y ella, simplemente, decía que confiaba en él. Confiaba a ratos, puede decirse, porque la realidad es que había escrito al programa porque algo había dejado de tener sentido hace tiempo. El muchacho le había mandado una serie de fotos que quitaban el hipo. Un guapísimo hombre de color, con los ojos claros, una sonrisa imponente,y un cuerpazo de escándalo... Y unas de  esas fotos que cantan a estudio y a portada de revista a kilómetros. Decía que era un cantante de rap, y siempre estaba grabando en el estudio. De ahí que no pudiese quedar, o no tuviese tiempo de conectar la web cam. Nev y Ariel (su compañero de aventuras) tardan más o menos media hora en desenmascarar al impostor. Primero comprueban que las fotos pertenecen a un muchacho que es modelo, y nada tiene que ver con el supuesto prometido de la chica. Después, descargando las canciones que el supuesto rapero le manda a ella por internet, llegan a la conclusión de que están lejos de ser las grabaciones de un estudio profesional. Así que buscan esos archivos en internet, y encuentran al autor de los mismos. 

- "Mira"- le dicen a la protagonista de la historia- "éste es el chico que ha compuesto las canciones. ¿Le conoces?"

- "Sí... Pero... No entiendo nada... Es el primo de mi mejor amiga. Vive con ella cerca de aquí..."
Total, que allá se van, cámara en mano, Nev, Ariel y la muchacha a desenmascarar al primo cabrón que llevaba dos años engañándola. Resulta que, efectivamente, con quien había estado hablando por teléfono, ése que definía como su alma gemela, su media naranja, y no sé cuántas cosas más, era el primo de su amiga. Un chaval escuchimizado y feito, nada que ver con el dios de ébano que la pobre infeliz había imaginado esperándola en el altar. Pero no es esto lo peor de todo. Lo que riza el rizo es que la idea fue de la maldita amiga. Sin saber qué hacer cuando la protagonista de esta historia empezó a salir de fiesta y despendole y llevarse a un tío distinto a casa cada noche, decidió que la mejor manera era que se echase un novio. Y como lo de echarse novio físico ya no se lleva, ni corta ni perezosa se compró un móvil para comenzar su "affair", se hizo un perfil de facebbok para el caballero andante, y empezó a ligarse virtualmente a su propia amiga. Cuando ella quiso hablar por teléfono, metió a su primo en el montaje, y siguió con la mentira. 
Yo miraba atónita la televisión, con los ojos como platos, pensando cuántas veces las realidad supera a la ficción. Mira que sé que las mujeres podemos llegar a ser malas, retorcidas, y sobre todo nos gusta meter la nariz en todo lo que no nos incumbe... Pero si esto llega a ser el argumento de una peli, hubiese pensado que era hasta rebuscado. Supongo que, pensando lo mismo que yo, Nev le pregunta:
- "Pero... ¿por qué le dijiste que sí cuando te pidió matrimonio?" 

Yaniv Schulman, el presentador y productor del reality, que además lo ha vivido en su propia piel, como demostró en la peli "Catfish" del 2010.
La amiga contesta que le pilló tan de sorpresa, que no supo reaccionar de otra manera. Y la pobre alma cándida prota de esta historia, no podía creer que, al final, se había quedado sin el negrazo tío bueno cantante de rap, sin su mejor amiga, y sin autoestima.

Se acaba el programa y una piensa... ¿Cómo puede haber gente tan ingenua en el mundo? Y creo que simplemente a veces tenemos ganas de creernos las cosas. Estamos más cómodos y más felices así. Sabemos que puede no ser real, que nos estamos autoengañando... Pero también sabemos que buscar la verdad puede ser mucho más doloroso. Sin embargo, es precioso pensar que hay un tío monumental que te conoce mejor que la mejor de tus amigas, que te quiere sin haberte visto nunca, y quiere pasar el resto de los días de su vida contigo, simplemente porque eres genial. Porque, para qué engañarnos, este pensamiento es la bomba. Es fácil, es bonito y es maravilloso. Y es que sería estupendo que todo funcionase de esa manera tan sencilla. Ahora bien, no sé los años de terapia que le harán falta a la pobre protagonista para superar esta historia... 


Viendo otros capítulos, creo que el mundo está dividido entre los que necesitan creer, y los que necesitan engañar, porque su realidad tampoco les gusta. Me preocupa esta tendencia que tenemos a intentar ignorar la realidad y buscarnos otra que nos gusta más, aunque no exista. ¿No es más honesto intentar sacar lo mejor de lo que uno tiene? ¿No es eso mejor que intentar engañarse a uno mismo o engañar a los demás? Esta tendencia ha debido existir desde siempre. El engaño es tan antiguo como el ser humano. Lo malo de nuestra época es que internet ahora le da cobijo y aliento a todas esas personas que son amigas de los disfraces y las farsas. Estas historias, como es lógico, siempre acaban mal. Pero me parece interesantísimo el formato del programa. Sobre todo, cuando uno investiga y resulta que a Neve le pasó lo mismo, y grabó una película documental al respecto en 2010, que también se llama "Catfish". Resulta que al pobre le engañó la dama del drama, que llegó a inventarse, no sólo al personaje del que se enamora Nev, sino que, para hacerlo más creíble, se inventa a todos sus amigos y les crea perfiles de Facebook. 

 El marido real de semejante "drama queen" le cuenta a Nev una historia sobre el pez "Catfish" (en español siluro; ése pez que tiene como bigotes y siempre está rebuscando algo en el fondo de los pantanos, y la arenilla de los acuarios) que servirá para poner título a la película y al reality. Le cuenta una historia sobre un problema cuando se transportaba bacalao vivo desde Asia a Norte América, y la carne acababa blanda y asquerosa por la inactividad del pez durante el largo tiempo del trayecto. Para que los bacalaos estuviesen activos y su carne se mantuviese tersa, de acuerdo con la historia de Vince, el marido de nuestra inventiva amiga, los pescadores empezaron a poner siluros con los bacalaos para que les mordiesen en la cola y les mantuviesen activos. Vince dice que su mujer es como esos siluros, porque la vida sería aburrida y monótona si no tuviésemos a alguien mordiéndonos en las aletas.


lunes, 23 de septiembre de 2013

Despertar

La vida no tiene marcha atrás. Ni "control + Z" en teclado alguno. Muchas veces nos vemos en situaciones en las que desearíamos con todas nuestras fuerzas dar marcha atrás, borrar el último minuto, el último mes, el último año de nuestras vidas, pero no podemos. Estamos tan acostumbrados a poder deshacer lo que acabamos de decidir en el virtual mundo de la tecnología, que nos entra una desazón especial cuando nos damos cuenta que el mundo real no es tan sencillo. Es algo que he pensado cada vez que he rayado el coche al meterlo en el garaje: "Sin tan sólo pudiera dar marcha atrás en el tiempo unos "segunditos", me ahorraba el disgusto, y sobre todo el taller y el inconveniente que es estar un montón de días sin coche". Me viene a la cabeza también cuando dibujo con un lápiz sobre un papel. Tan acostumbrada estoy a la tableta gráfica o al ratón, que me parece raro no poder volver atrás simplemente cuando me apetece. Cuando, en una conversación, se nos escapa algo por la boca que no estaba planeado decir... Según las palabras salen uno ya está mentalmente tirando de ellas con una soga imaginaria para que vuelvan al lugar del que nunca debieron salir...

Me he dado cuenta de que esta desazón sólo tiene remedio en un mundo... El de los sueños. Es una de las sensaciones más gratificantes que existen, la de despertar de un mal sueño. Sin ir más lejos, el otro día soñaba que se me caía la perrita de mi madre por un balcón. ¡Menudo disgusto! ¡Menuda llorera! Me invadía una angustia infinita, pensando que aquel fallo ya nunca tendría solución. Hasta que desperté. ¡Y me sentí tan dichosa de pensar que todo había sido un mal sueño! La perrita seguía vivita y coleando (nunca mejor dicho), y yo no había cometido un error que fuese a perseguirme el resto de mi vida. Esa sensación de alivio es divina. Uno se siente como si por fin, Dios nos hubiese dejado utilizar el "Control + Z" en el manejo de nuestra vida. ¡Qué sensación de fortuna infinita!

Lo malo es que hay momentos en la vida tan nefastos, que nos parecen pesadillas de las que no podemos despertar. Cada día que pasa le pedimos a Dios que nos deje despertar del sueño infame en el que nos vemos inmersos cada día.  Pero el alivio de despertar nunca llega. Parece, al revés, que el único alivio llegar cuando nos entregamos al sueño. Y sólo en el sueño podemos pensar que todo fue un sueño. Hasta que la luz del día nos despierta con la toma de conciencia, de que sólo en sueños era un sueño. 

Realidad, sueños, ilusiones, pesadillas... Son difíciles de  identificar por nuestro cerebro. Todo lo vivimos con una intensidad parecida. Y lo peor es que nunca estamos seguros de cuándo estamos despiertos. La vida es sueño.Ya lo dijo Calderón de la Barca. 

¿Qué es la vida? Una ilusión.
¿Qué es la vida? Un frenesí,
una sombra, una ficción, 
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño, 
y los sueños, sueños son.

domingo, 5 de mayo de 2013

EL DÍA DE LA MADRE

Mamá. Hace bien poco que decidí levantar el vuelo y ubicarme en mi propio nido, no muy lejos del tuyo, pero lo suficiente para experimentar lo que es vivir por mi cuenta. Y estoy viviendo en primera persona todas esas cosas que me advertías cuando vivía contigo. Me decías aquello de :"¡Qué fácil es abrir el armario y encontrarte la ropa limpia y doblada! ¡Magia! Tú la echas al cacharro de la ropa sucia y solita aparece lista para usarla otra vez". Pues sí, mamá, es un rollo poner lavadoras, colgar y planchar la ropa, doblarla y meterla al armario otra vez. Y no, no es magia. Hay que hacerlo todas las semanas. O aquello de: "¡Qué fácil es llegar a casa y tener la cena preparada cuando llegas tarde de trabajar o de dar una vuelta! ¡La mesa no se pone sola!" También ahí tienes razón. La comida para que esté rica hay que dedicarle mucho tiempo detrás de los fogones, y además antes hay que ir a comprar la materia prima, que no se repone sola. Si la nevera se queda vacía, por mucho que le pidas a las meigas, por la noche no vienen a llenarla. Yo a esos reproches tan fundamentados que me hacías, añado otros momentos como lo reconfortante que es que alguien se despierte por la noche si te encuentras mal. O lo a gusto se queda uno cuando le puede contar a alguien cercano los problemas del día a día; a alguien que por defecto siempre nos va a dar la razón. 

Ahora, mamá, te tengo un poco más lejos, pero me acuerdo de ti más que nunca. Y sigo pensando aquello de "¡Qué haría yo sin ti, mamá!". Es verdad que el día del padre no escribí, proque me pilló en una temporada un poco más difícil, pero a ti, papá, también te echo de menos. ¡Y eso que os tengo aquí al ladito! Ahora ya no nos voceamos para ver quién fue el que se dejó la tapa del retrete sin bajar, o para que ordene mi cuarto. Ahora nos sentamos después de comer para comentar la temporada difícil que nos ha tocado vivir, para hablar de las noticias, o comentar lo que hicimos el pasado fin de semana. Ahora tenemos planes que van en paralelo, creciendo siempre juntos. Los cambios son difíciles; nadie dijo que esto fuera a ser fácil. Papá, ahora entiendo los gritos para que apagase las luces que no utilizaba, o para que no me diese duchas de media hora. ¡Ahora sé lo que es pagar facturas, y sé que duele como que te saquen una muela todos los meses! Ahora me doy cuenta del cariño del que me he nutrido en todas esas comidas y cenas durante años, hechas con tanto amor para la familia. Me doy cuenta también del tiempo que se tarda en hacer la compra, en cocinar, en recoger, en preparar... Mamá, yo sé que te ha dado penita que me vaya de casa, pero quiero que sepas que ahora más que nunca me doy cuenta de cuántas cosas habéis hecho por mí todos estos años. Cada día de mi vida. Y cuántas cosas seguís haciendo, porque os falta tiempo para echarme un cable cada vez que levanto el teléfono con algún problema. 

A veces me entran dudas sobre la vida, sobre el futuro, sobre el tipo de vida que quiero vivir. Y tú, mamá, siempre me dices que volverías a vivir cada día de tu vida tal cual lo viviste la primera vez, porque esa forma de vivir te llevó a tener la familia que tienes. Y eso no lo cambiarías por nada. Y puede parecerte una tontuna, pero a mí esa frase me da mucho ánimo para pensar que algún día yo también seré mamá, pese a todos los miedos y reparos que ahora mismo puedo sentir. Pienso que si para ti ha sido maravilloso, tambien lo será para mí. Pienso que algún día yo significaré para alguien lo que tú y papá significáis para mí. Seré el mundo para una persona. Seré la roca donde se cimente una familia. Eso me da fuerzas para seguir adelante. 

Os quiero dar las gracias por estar ahí. Siempre. Sin condiciones. Sin preguntas. Con el corazón en una mano, y la otra libre para ayudarnos. Sin ir más lejos el otro día me puse malita, y allí estabas, mamá, en mi puerta para asegurarte de que todo iba bien. Y papá al día siguiente echándome la bronca por teléfono por si no me estaba cuidando lo suficiente. Me habéis ayudado a montar mi nuevo nido, y estáis ahí cada vez que me entran dudas sobre cómo hacer unas lentejas. Me estáis ayudando a dar estos pasos tan importantes, y que tanto me están costando. 

No os merecéis un día al año. Os merecéis un año al día. Os quiero. Gracias. 

domingo, 28 de abril de 2013

BE WHAT YOU WANT... ¡Es una orden!

Mensajes. Vivimos rodeados de mensajes. Mensajes que nos llegan por whats app (o ahora por el nuevo line), mensajes que nos llegan por email, por teléfono, por la televisión, en los carteles que nos rodean constantemente cuando salimos de casa, en los vinilos pegados a los autobuses, en las bolsas de plástico de los comercios, mensajes que nos transmiten las personas con las que nos relacionamos a lo largo del día... Cientos, o incluso miles de mensajes. Puede llegar a ser abrumador el pensar en la cantidad de mensajes que recibimos y procesamos a lo largo del día. Precisamente porque no nos paramos a pensar en mucho de estos mensajes, no les damos ninguna importancia. Acabaríamos volviéndonos locos si nos parásemos a reflexionar sobre cada una de las campañas publicitarias que nos llegan cada día. 

Pero a veces a mí me da por pararme y pensar. Tengo a veces esa mala costumbre. El otro día me estaba dando una vuelta por un centro comercial, y entré en una tienda que está ahora presente en muchos centros y calles comerciales que se llama KIKO Cosmetics. Me hacía falta un Rimmel para las pestañas, y decidí darle una oportunidad a la marca. Entré, me aconsejaron, compré, y me dieron mi rimmel en una bolsita, que os muestro en la foto. "¡Menudo mensaje nos manda esta marca!"- pensé. "BE WHAT YOU WANT". "Sé lo que quieras". Cuatro palabras que encierran el secreto de la felicidad de las personas. Cuatro palabras que KIKO cosmetics resume dando un consejo muy fácil en una letra un poco más pequeña: "Shop at kikocosmetics.com". Y yo me paro a pensar en que es curioso que una firma de maquillaje mande este mensaje tan abrumador. Sí, abrumador, porque parece una orden. "SÉ LO QUE QUIERAS". Sólo le falta el signo de exclamación. Es más o menos fácil tener la pinta que uno quiere (salvando siempre las barreras físicas de los genes; ya sabemos que cada uno tenemos una materia prima con la que podemos contar, y yo nunca podré medir un metro ochenta centímetros, por mucho que me empeñe). Contando con el presupuesto de cada uno, yo he conocido a personas que han pasado por un auténtico "Make over" personal, han cambiado de estilo, de peinado, de forma de vestir, y hasta de forma de hablar, y, efectivamente, la sensación, la pintilla, la presencia, han conseguido cambiarla parcial o casi totalmente. Para eso está bien el maquillaje, la ropa, el estilismo, las revistas de moda y todas esas marcas que te dan ideas para reinventarte cada día.


Pero ese "BE" que nos lanza KIKO Cosmetics, esa orden que nos empuja a ser lo que queremos ser, es mucho más que ponerte una capa de maquillaje, pintarte una raya en el ojo o comprarte un vestido fluor de esos que tanto se llevan esta temporada. Una siempre acaba por llegar a casa, por muy largo que haya sido el día, se quita esos tacones, deja el bolso en un armario, se quita los pendientes, las pulseras, el collar o el pañuelo, se cambia de ropa, se desmaquilla, se da una ducha, y se queda sola con su esencia. Y esa esencia, queridos, ésa es la esencia donde no llega ni el maquillaje, ni el estilismo, ni el personal trainer. Ahí solo llega una misma o, si me apuras y si le dejas, el psicoanalista. Cuando estás sola, se da cuenta de dónde está y qué quiere. Al menos, te sueles dar cuenta de qué no quieres. No sé si esto me pasa a mí sola, pero a veces, uno ralentiza un poco la velocidad de su vida, se para un rato a pensar, o a escribir, como es mi caso, y reflexiona. Ser lo que quieres, no es tan fácil. Primero tienes que saberlo, y después echarle las narices de intentarlo. Muchas veces para darte cuenta de que quizá no era lo que imaginabas. Y de ahí a empezar otra vez. SER lo que uno quiere, implica además DECIR y HACER lo que uno quiere, y eso es cada vez más complicado según se van cumpliendo años.

Me parece curioso que una marca de maquillaje lance este mensaje a sus clientes. Es el mensaje fácil, desde luego. Escoge la pinta que quieres tener por fuera, que es la que ven los demás. La pinta que tienes por dentro es más difícil de tapar que las ojeras, y es la pinta a la que tendrás que enfrentarte en soledad el resto de los días de tu vida. Es un buen mensaje el de KIKO, aunque difícil de llevar a cabo, sobre todo en esta época que nos ha tocado vivir. Yo creo que un mensaje más apropiado sería "REMEMBER WHAT YOU WANT" (Recuerda lo que quieres) o incluso "DON´T FORGET WHAT YOU WANT" (No olvides lo que quieres).  Porque a veces el no olvidar quiénes somos o qué queremos, nos redirige muchas veces en la vida después de habernos desviado del camino. Yo me apunto la frase (esta última versión que me sacado de la manga), pero desde luego la desvinculo de cualquier marca que sirva simplemente para mejorar la presencia. La frase que hay en esta bolsa debería de ser algo así como "LOOK LIKE YOU WANNA LOOK" (Ten la pinta que quieras tener). Pero vamos a intentar no confundir términos. Y vamos también a intentar no dar órdenes que sean inabarcables, porque lo único que podemos conseguir es sentirnos muy frustrados.


Si me hacéis caso y alguna vez os fijáis en los mensajes que os llegan cada día, veréis una gran cantidad de paradojas como ésta. Si lo hacéis, me encantará que las compartáis conmigo, y entre todos nos mandemos mensajes que nos hagan crecer más sabios y más justos con nosotros mismos.

martes, 2 de abril de 2013

La Vuelta a la Normalidad

Las vacaciones saben a poco. Cuando ves todos esos días por delante sin gener obligaciones ni anotaciones en la agenda, te parece un sinfín de tiempo delicioso en el que perderte. Cuando ese tiempo ha pasado y te enfrentas a tu primer día de vuelta a la rutina, parece que nos supieron a poco las vacaciones. 

Sin embargo, no sería posible seguir adelante sin estos pequeños recesos en nuestra cotidianidad. Salir de nuestro entorno, ver algo nuevo, respirar otros aires, llenar nuestras vidas con algo diferente. Volver de nuevo a casa, siempre un poquito más viejos, y con unas experiencias más en a mochila. 

Eso sí, cuanto más largas las vacaciones, más dura la vuelta al día a día. Dicen que hay que tomárselo con calma, poco a poco, ir recuperando el horario, las ganas, la costumbre a la acumlación de responsabilidades y problemas. No sé vosotros, pero yo cuando vuelvo al trabajo, tengo la sensación de que no ha pasado el tiempo. Que me fui el fin de semana, y ya estoy de vuelta en mi puesto. Parece que no han pasado esos días de descanso. Los problemas están exactamente donde los dejaste. Las hadas no han aparecido de noche para solucionarte la vida. Y dices... "Parece que no he tenido vacaciones".

Pero en el fondo, no seríamos capaces de enfrentarnos a nuestra rutina sin unos días de desconexión. En vacaciones, se te tiene que olvidar la cara de tu jefe, tu horario y el día en el que vives. Yo, en vacaciones, no suelo llevar ni reloj. Con eso lo digo todo. Por eso el día de hoy se está haciendo un poco cuesta arriba. Pero paso a paso uno va llegando donde se propone. La clave es que las metas no sean demasiado ambiciosas para la primera semana. Más aún para el primer día. Hoy, a tomárselo con un poco de calma. Que tengáis una buena vuelta a la normalidad.

martes, 5 de febrero de 2013

Inside The Masters

Inside the Masters


Internet es maravilloso. Hay días en que nos llegan imágenes llenas de ingenio como ésta que no he podido evitar compartir en Agujetas Mentales

A veces uno tiene una idea y le cuesta mucho encontrar una imagen que ilustre con fidelidad lo que su mente está imaginando, o, mejor aún, el sentimiento que le invade por dentro. Cuando una imagen está tan bien llevada y muestra una idea tan clara, no puedes evitar pensar que alguien relacionado con el mundo de la publicidad puede estar detrás de todo esto.

Inside the Masters

Ya lo dijo Shakespeare: "Estamos hechos de la misma materia que los sueños".  Los artistas son personas que saben darle forma, color y estructura a sus sueños. Y me parecen tan geniales estos tres artistas de los que nos habla la imagen, como el artista (o grupo de artistas) a quien/es se le haya ocurrido esta fantástica idea. Una misma realidad, tres visiones; tres sentimientos; tres representaciones. Algo hay en el interior de cada uno de nosotros que nos hace únicos. Es, para mí, uno de los más intrigantes misterios de la vida: ¿Cómo ven la realidad las personas que me rodean? ¿Qué ven ellos tras los aconteciemientos que comparten conmigo cada día?

Lo mejor, y lo peor, es que nunca lo sabremos. De estos tres que tenemos en esta evocadora imagen, sabemos un poco más. Lo sabemos a través de sus cuadros, que no dejan de ser autopsias de sus vidas, de sus sentimientos, de sus ilusiones, de sus miedos, experiencias y frustraciones. Obras en las que muchos intentamos encontrar solución o cunsuelo para los problemas que tenemos hoy en día.

Internet pone al alcance de nuestra mano miles de ideas. No ha habido una era más inspiradora que la nuestra. Tenemos miles de ideas y de soluciones a un solo click. Aunque, a veces, tanta información nos sobrecoja. Esta imagen me llegó vía Facebook, como una de tantas que se cuelgan, comparten y comentan sin pena ni gloria para sus creadores. Investigando un poco he descubierto que es de una agencia de publicidad muy conocida llamada DDB. Hicieron la campaña para la Escuela de Arte del Museo de Arte de Sao Paulo. Simplemente GENIAL.

martes, 8 de enero de 2013

La Suerte es de Quien la Busca

Antes de nada... ¡Feliz 2013! He tenido unas vacaciones hasta arriba de trabajo, y poco tiempo he encontrado para escribir. Pero hoy, de vuelta al cole, aquí estoy. 

Hoy es el típico día de empezar dietas, ir al gimnasio, salir a andar, y hacer todas esas cosas que nos proponemos cuando empiezan los años. Es curioso. Podemos empezar a cambiar los hábitos que no nos gustan de nuestras vidas en cualquier momento, pero siempre esperamos a fechas como ésta. El primer día de un año nuevo, la vuelta al trabajo, el lunes que viene, el mes que viene, la próxima semana, mañana... ¿A que a vosotros también os pasa esto?

Los americanos tienen una palabra que significa precisamente dejar para más tarde lo que tengo que hacer ahora. Es la palabra "procrastinate". He oído a veces españolizar el término y decir "procrastinizar" (¡Qué mal suena, por favor!), aunque nosotros tenemos palabras que significan algo parecido como "postergar" o "posponer". 


Estas vacaciones he tenido la suerte de poder irme cuatro días a La Rioja a desconectar de todo, y me encontré con esta pintada en una pared. "La suerte es de quien la busca". Esta frase empieza por no postergar. Hay un dicho castellano muy sabio que dice "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy". A veces postergamos por pereza, otras por miedo al fracaso, otras por no saber organizarnos. Lo cierto es que cada vez que dejamos para otro momento algo que podríamos empezar a hacer ahora mismo, le estamos pegando una patada a la suerte, y escondiéndola en un lugar donde no podremos encontrarla tan fácilmente. 

En el mundo artístico, lo dijo Picasso. "Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando". Es otra forma de decir lo mismo. Sin buscar, no se encuentra. Sin trabajar, no se triunfa. Si quiero algo, ¿por qué no empezar hoy? 

El otro día estuve buscando información sobre la organización del tiempo, porque cada vez tengo más cosas que hacer, pero el tiempo no se estira. Entre otras cosas, me topé con un par de vídeos que están bien, y os los enlazo. Son cosas obvias, consejos que todos sabemos, pero no está mal recordarlos. Recordad que el tiempo perdido, no se recupera nunca.



"No dejar para mañana lo que pueda hacer hoy". Éste es mi único propósito este año, porque creo que detrás de éste, vendrán todos los demás. Si cada vez que piensas que tienes que hacer algo comienzas a hacerlo, aunque sea un ratito, estás un paso más cerca de encontrar tu suerte.

 

domingo, 16 de diciembre de 2012

"No se preocupe. Ya se parecerá"

- "Picasso no sabía pintar. Eso lo hago yo. Es que... menudas cosas más raras. Es una porquería".

Esa fue la reacción de un alumno de 15 años el otro día, cuando vio este retrato del pintor malagueño en la Fundación Mapfre. Fuimos a una visita guiada por la maravillosa exposición "Retratos. Obras Maestras del Centre Pompidou" que os recomiendo para estas vacaciones. Estará en Madrid hasta el 6 de enero.

Retrato de una mujer_Picasso_Fundacion Mapfre

Siempre que un alumno me dice que Picasso no sabía pintar, le muestro este otro cuadro: "La primera comunión". Entonces se hace el silencio y se detecta, en esa mirada de contrariedad, que el mundo del arte para él ha dejado de tener sentido (si es que alguna vez lo tuvo).  Esto lo pintó Picasso con catorce añitos, y después decidió que aquello no era lo que él había venido a decir al mundo. 


Picasso_primera_comunion


Una vez entendido que el problema no es la habilidad, el alumno atiende más a razones. En el caso que os contaba, estábamos en una visita guiada, y la guía les hizo una pregunta clave:


-¿Véis en este retrato (el primero que os he enseñado en el post) si Picasso tenía afecto por la persona a la que retrataba?
- Sí- contestaron ellos sin dudar ni un momento.
- ¿Quién podía ser esa persona?- inquirió la guía
- Su madre- dijeron unos -Su amante- añadieron otros. 
- ¿En qué notáis ese afecto?- preguntó la guía
- En los colores, que son pasteles, son colores amables. En la mirada de la modelo. En la importancia que le da, sin retratar nada en el fondo- contestó una alumna. 
- ¿Qué podrías decir de esta mujer?- siguió indagando la guía
- Bueno, pues que es una persona soñadora. 
- ¿Por qué?
- Por su mirada. No mira al pintor, está mirando al infinito.
- ¿Qué más?
- Pues... una persona calmada, tranquila. Esta sentada, con los brazos apoyados. 
- Ahora os voy a enseñar una foto, y váis a ver a quién estaba retratando Picasso. Decidme en qué se parece el retrato a la imagen fotográfica.
  

Dora Maar


 - Pues tiene la misma mirada de soñadora. Se parece, aunque no es igual, pero transmite lo mismo. 

La guía entonces explicó que esa mujer era Dora Maar, una fotógrafa con la que Picasso tuvo una historia de amor. En este momento, Picasso estaba totalmente enamorado de la mirada de la misteriosa Dora. Y eso se transmite en la obra. 

No es la primera vez que le ha pasado esto a Picasso. Le pasó en vida con el retrato que le hizo a Gertrude Stein en 1906. Cuando le dijeron que el retrato no se parecía a la modelo, él replicó: "No se preocupe, ya se parecerá". La salida de Picasso ante la crítica es única. Mi lectura de esa respuesta, es que la evolución del arte y la sociedad ha hecho, efectivamente, que entendamos el parecido de los retratos de Picasso con la realidad.

Gertrude Stein
  
Puede que el parecido no sea fotográfico. ¡Pero qué diferente es lo que transmite este retrato si lo comparamos con el de Dora! Aquí, más que afecto, vemos respeto, admiración. La mirada, que tampoco mira al pintor, no es una mirada soñadora, sino determinada. Es una mirada al futuro; es una mirada con un proyecto. Su postura corporal, su  actitud, es vanguardista; igual que lo fue su postura ante el arte y la literatura. Como dijo la alumna, "no es igual, pero transmite lo mismo". 

El que se ha plantado delante de una hoja en blanco para hacerle un retrato a alguien, se habrá dado cuenta de que lo más difícil es captar precisamente esa expresión, ese aura, esa actitud frente a la vida. Cada uno tenemos la nuestra, y es completamente diferente a la de los demás. A veces un retrato consigue mimetizar los rasgos, pero la obra parece el retrato de un muñeco, de un maniquí sin vida. Le falta alma. Picasso consiguió en sus retratos captar el alma de las personas. Con trazos toscos, simplificados, geométricos, mezclando puntos de vista y confundiendo al espectador. Siempre innovando. 

Por supuesto que la alumna que hizo el comentario final no es el alumno que dijo que Picasso era una mierda. Éste último salió diciendo lo mismo que decía antes de entrar. Pero que uno o dos alumnos miren el arte con otros ojos después de una de estas actividades extraescolares, para mí no tiene precio. Merece todos los esfuerzos. Será un alumno que encuentre un refugio a sus pensamientos y una salida hacia la libertad. Gracias, una vez más, a la Fundación Mapfre por hacer posibles estos momentos. Una alumna de 15 años descubriendo a Picasso es el objetivo más difícil que puede tener cumplir cualquier programación didáctica de Plástica en este país. Gracias por ayudarnos a conseguir que cada día su retrato de Gertrude, se parezca más a Gertrude.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Un bonito relato para pensar

Por unos minutos se me ha escapado la fecha mágica del 12 del 12 del 12 para escribir, pero me conformo con el 13 del 12 del 12. 
Hoy me ha mandado un compañero del trabajo un relato corto muy inspirador, que me ha gustado tanto como para compartirlo aquí. Da mucho que pensar. Espero que os guste tanto como a mí.
  
En el vientre de una mujer embarazada se encontraban dos bebés. Uno pregunta al otro:

- ¿Tú crees en la vida después del parto?

- Claro que sí. Algo debe existir después del parto. Tal vez estemos aquí porque necesitamos prepararnos para lo que seremos más tarde.

- ¡Tonterías! No hay vida después del parto. ¿Cómo sería esa vida?

- No lo sé pero seguramente... habrá más luz que aquí. Tal vez caminemos con nuestros propios pies y nos alimentemos por la boca.

- ¡Eso es absurdo! Caminar es imposible. ¿Y comer por la boca? ¡Eso es ridículo! El cordón umbilical es por donde nos alimentamos. Yo te digo una cosa: la vida después del parto está excluida. El cordón umbilical es demasiado corto.

- Pues yo creo que debe haber algo. Y tal vez sea sólo un poco distinto a lo que estamos acostumbrados a tener aquí.

- Pero nadie ha vuelto nunca del más allá, después del parto. El parto es el final de la vida. Y a fin de cuentas, la vida no es más que una angustiosa existencia en la oscuridad que no lleva a nada.

- Bueno, yo no sé exactamente cómo será después del parto, pero seguro que veremos a mamá y ella nos cuidará.

- ¿Mamá? ¿Tú crees en mamá? ¿Y dónde crees tú que está ella?

- ¿Dónde? ¡En todo nuestro alrededor! En ella y a través de ella es como vivimos. Sin ella todo este mundo no existiría.

- ¡Pues yo no me lo creo! Nunca he visto a mamá, por lo tanto, es lógico que no exista.

- Bueno, pero a veces, cuando estamos en silencio, tú puedes oírla cantando o sentir cómo acaricia nuestro mundo.
 ¿Sabes?... Yo pienso que hay una vida real que nos espera y que ahora solamente estamos preparándonos para ella...